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Bienvenidos a mi blog personal Si quieres comentar, sugerir o averiguar más sobre mi obra, te animo a que te pongas en contacto. Suscríbete a la lista de correos para obtener material exclusivo y formar parte de mi círculo de lectores más cercano. Lista de Correos Gracias por leerme. L. M. Bianchi

Los amafisos

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Hábiles navegantes y mercaderes temerarios, no dudan en entablar comercio con aliados y enemigos. Donde haya un negocio rentable, allí habrá siempre un amafiso al acecho. Basados en los pueblos de la antigua fenicia, los amafisos de Vientos de Revolución viven subyugados por la garra del imperio pruno; pero, a diferencia de otras naciones de sangre guerrera, han preferido los beneficios del comercio al filo de las armas. Darilo Némeko es el mercader amafiso que adquiere ilegalmente al esclavo recién llegado de la conquista de Greislavia. Junto a él, Larek vivirá uno de los tiempos más aciagos de su vida, pero también conocerá, por primera vez, el amor desinteresado de una joven de su misma condición. “Sin apearse, el hombre encapuchado observó con detenimiento a Brilafos y luego se concentró en Larek. —¿Te han quedado las sobras, eh calteno? —El hombre hablaba con un acento particular, estirando la última palabra. Tanto Brilafos como Larek intuyeron que provenía del extremo norte de Am

La cámara de los Ancestros

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  "La Cámara de los Ancestros se hallaba en el primer subsuelo del Pa­lacio, justo por debajo del salón principal, abarcando toda la superficie del edificio. Era una estancia colosal, la más grande de cuantas poblaban los seis niveles de la edificación, y había sido construida con el objeto de acumular documentos escritos, tanto pertenecientes a Prunia como a cualquier otra nación. Funcionaba como la biblioteca personal de los reyes y emperadores que habían gobernado las tierras prunas desde su lejana fundación; por lo tanto se guardaban allí cientos y miles de pergaminos, libros, papiros, tablillas y cualquier otro documento útil para cultivar el conocimiento del líder de turno. Tras declararla divina, perjudicial para el resto de los mortales, Lucanis I prohibió el acceso a la cámara y comenzó a acumular documentos extraños, comprados o robados en otras tierras. El primer emperador tenía la certeza de que el desarrollo del conocimiento significaba literalmente la obtención de

El puerto de Mosnia

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  El puerto de Mosnia. Enclave comercial del Imperio pruno, recibe barcos mercantes que llegan desde todos los rincones del mundo conocido. Esta ciudad portuaria, sucia y caótica, alberga el mercado más grande de oriente. Allí se venden e intercambian metales y telas, armas y perfumes, aceites y especias; pero también se practica el rentable negocio de los esclavos, algunos legales, con la marca correspondiente del Imperio, y otros de contrabando, a los que se adquiere por unas cuantas monedas para ser usados con fines abominables. "Continuaron avanzando un tramo más hasta que, tras atravesar cinco calles atestadas y otro banitorio, emergieron de súbito a un espacio abierto. En aquel lugar, una gigantesca plaza empedrada rodeada de puestos comerciales, el bullicio reinante en Mosnia parecía intensificarse. Larek se sintió como si hubiese ingresado a una gran campana que amplificara los sonidos. Gritos, llamados de atención, chillidos de animales, cornetas y tambores se unían e

Los Aharukanos

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  Los Aharukanos, u hombres gusano, como se los conoce en Ravenia, conforman una tribu corrompida y degenerada que durante milenios ha vivido bajo tierra. Ocultos en las grandes cavernas subterráneas, tienen una macabra afición por la carne humana, sobre todo la de infantes. Estos caníbales de piel pálida y cabellera blanca son perseguidos y cazados por los soldados ravenos que patrullan las montañas, pero a pesar de sus esfuerzos nunca han podido exterminarlos. Los aharukanos, por su parte, consideran a los ravenos demonios de la superficie a los que hay que combatir hasta la muerte. "Tras haber sido conducidos por una extensa red de túneles, Larek y Thangil alcanzaron por fin otra gran cueva alumbrada por antorchas. Al igual que todo el resto de aquel paraje subterráneo, se hallaba saturada de huesos; era húmeda, oscura y despedía un hedor nauseabundo. Pero no solo huesos tapizaban el suelo de aquella caverna, sino vasijas de barro y recipientes de tosca manufactura, todos ellos

La Invasión a Krenne

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  Ningún imperio dura para siempre, y el Imperio Pruno halló su fin de una forma trágica y brutal. Asediada, tanto por enemigos ancestrales como por su propia gente, la capital avanza inexorablemente hacia su destrucción. Todo el lujo y la opulencia de Krenne estaba a punto de ser ahogada en sangre, pronto el caos se desataría desde el cielo y catapultaría a la vanidosa Prunia de regreso a los días de barbarie... 🛡 🏹 "Tan eufórico como enloquecido, Gilaros Túlias aulló la orden  de atacar, y aquel fue el principio de la vorágine de horror y muerte que se sucedió a continuación. Mientras las catapultas comenzaban a lanzar sus proyectiles de rocas sobre las murallas, un nutrido contingente de soldados rasos empujaba lentamente los arietes guarnecidos con placas de bronce hacia los portones de Krenne. Y al tiempo que las armas de asedio hacían su trabajo, machacando con obsesiva insistencia las imponentes murallas, el ejército se mantenía alejado de las flechas que llovían desde lo

Booktrailer Vientos de Revolución

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 El primer booktrailer de mi obra, Vientos de Revolución.

La flota invasora

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  La flota imperial llega por primera vez a Greislavia luego de la conquista de Amafis. Su misión: reconocimiento y saqueo de las aldeas bárbaras cercanas a la costa. Pero el general del ejército, el extranjero misterioso que oculta su identidad, tiene otros planes... "Un viento fuerte y helado le golpeó el pecho y el rostro como una bofetada, y lo obligó a cerrar los ojos. Cuando logró abrirlos deseó no haberlo hecho jamás. Allí abajo, tras el acantilado y el peñón que se in troducía en el mar, una flota compuesta por decenas de naves de elevadas proas y velámenes rojos dominaba casi toda la región. La mayoría se sacudía bajo el azote de las olas agitadas de la costa, afanándose por alcanzar tierra firme, pero otras ya habían logrado fondear en la pequeña cala. -Son dioses, Taki -murmuró Larek con el pecho agitado-. Han llegado Los terribles dioses del mar... 🏹   Vientos de Revolución, pr imera parte. La flota invasora.   🛡