El puerto de Mosnia

 El puerto de Mosnia.

Enclave comercial del Imperio pruno, recibe barcos mercantes que llegan desde todos los rincones del mundo conocido. Esta ciudad portuaria, sucia y caótica, alberga el mercado más grande de oriente. Allí se venden e intercambian metales y telas, armas y perfumes, aceites y especias; pero también se practica el rentable negocio de los esclavos, algunos legales, con la marca correspondiente del Imperio, y otros de contrabando, a los que se adquiere por unas cuantas monedas para ser usados con fines abominables.
"Continuaron avanzando un tramo más hasta que, tras atravesar cinco calles atestadas y otro banitorio, emergieron de súbito a un espacio abierto. En aquel lugar, una gigantesca plaza empedrada rodeada de puestos comerciales, el bullicio reinante en Mosnia parecía intensificarse.
Larek se sintió como si hubiese ingresado a una gran campana que amplificara los sonidos. Gritos, llamados de atención, chillidos de animales, cornetas y tambores se unían en una masa sonora que hacía palpitar la cabeza. La muchedumbre se desplazaba alrededor de los puestos como un cardumen de peces, excitados y voraces.
-El mercado de Mosnia -dijo Brilafos-, el más grande de la tierra. Quizá sea tu último destino dentro de Prunia.
Brilafos lo condujo tomado de un brazo a través del gentío. Ante ellos se sucedían puestos que exhibían toda clase de mercancías, algunas conocidas y otras inimaginables. Y entre los puestos, como un enjambre de moscas que se abalanzan sobre las sobras putrefactas, decenas de chiquillos descalzos y harapientos correteaban de aquí allá, mendigando lo que pudiesen conseguir".





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